Declaración
Resumen
Anthony Albanese, primer ministro de Australia, afirmó que las Naciones Unidas resiste porque pertenece a todos sus Estados miembros. «Depende de todos nosotros aportar nuevas fuerzas a la misión imperecedera de las Naciones Unidas, renovar nuestro compromiso con el principio de que la paz es tanto nuestra causa común como nuestra responsabilidad colectiva». El orden internacional basado en normas debe mucho al liderazgo de los Estados Unidos, pero todos tenemos un papel que desempeñar para garantizar que el sistema —que ha permitido el surgimiento de nuevas potencias— salvaguarde los derechos y las aspiraciones de todas las naciones, grandes y pequeñas. «Cuanto más hagamos para reforzar la arquitectura de la paz y la prosperidad, más recordaremos a las naciones todo lo que pueden perder», afirmó.
En cuanto a la candidatura de Australia a un puesto en el Consejo de Seguridad en 2029-2030, dijo que la ONU es una plataforma para que las potencias medias y las naciones pequeñas expresen y alcancen sus aspiraciones, y no solo un escenario para que las grandes potencias se veten entre sí. Añadió que ya han quedado atrás los días en que los conflictos y la agitación en otras partes del mundo repercutían en Australia, y recordó que los servicios de seguridad de su país habían relacionado a Irán con el incendio de una sinagoga en Melbourne y un restaurante judío en Sydney.
Australia defiende los beneficios del comercio libre y justo y trabaja para fortalecerlo, dijo, entre otras cosas apoyando la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, incluso en el Mar de China Meridional. Subrayó los esfuerzos de su país por cumplir los compromisos del Acuerdo de París, reducir las emisiones y adoptar energías limpias, lo que puede permitir a las economías de rápido crecimiento de la región indopacífica desarrollar sus industrias y reducir las emisiones de carbono al mismo tiempo. «La energía limpia puede llevar al mundo más allá de la falsa disyuntiva entre el crecimiento económico y la responsabilidad medioambiental», afirmó.
Las naciones son más fuertes cuando aprovechan el talento de todos sus ciudadanos, incluidas las mujeres, dijo. Recordó que una australiana, Jessie Street —una de las ocho únicas mujeres delegadas participes en la fundación de la ONU en San Francisco en 1945— insistió en que la Carta mencionara específicamente la discriminación sexual. Australia apoya al pueblo de Ucrania en su lucha contra la invasión ilegal e inmoral de la Federación de Rusia, continuó, y añadió que, en Oriente Medio, Australia, que ha reconocido esta semana al Estado de Palestina, pide un alto el fuego en Gaza, la liberación inmediata de los rehenes, acceso a la ayuda humanitaria y que los terroristas de Hamás no tengan ningún papel en el futuro ¿Dónde puede aplicarse el compromiso de la Carta de «preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra» si no puede aplicarse a Oriente Medio?, se preguntó.
Declaración completa
Leer la declaración completa, en formato PDF.
Foto