Declaración
Resumen
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El mundo nuevo nos pertenece a todos y exige respeto, paz y justicia, además de reclamar memoria, historia, reparación y no repetición, dijo este martes el ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Rolando Moncada, durante la última jornada del segmento de alto nivel del debate de la Asamblea General.
“Desde este pódium exigimos a Naciones Unidas hacer cumplir el Mandato de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que en el año 1986 sentenció a Estados Unidos a reconocer a Nicaragua, al menos en parte, los costos de la destrucción, la agresión permanente, el dolor y el sufrimiento de centenares de miles de familias, durante la demencial y revanchista guerra impuesta a nuestro país y nuestro pueblo, en lo que se llamó la Contrarrevolución”, prosiguió Moncada.
“Las sanciones unilaterales no sólo son ilegales sino que constituyen una modalidad de guerra.”
El canciller nicaragüense reconoció que el cumplimiento de esa sentencia no repondría las vidas perdidas pero permitiría la reconstrucción de la infraestructura económica, social, productiva y cultural, hecha añicos con esa “grotesca intervención”.
Moncada afirmó que la naturaleza de la ONU ha sido desvirtuada para convertirla en un organismo de servidumbre y dependencia de la potencias, por lo que llamó a una transformación indispensable de la Organización.
Por otra parte denunció las “políticas agresivas, injerencistas, arbitrarias, injustas” que suponen las medidas coercitivas unilaterales: “no sólo son ilegales sino que constituyen una modalidad de guerra que desestabiliza, destruye, e impone cambios de gobiernos, a través de golpes de Estado, movilizaciones golpistas y acciones vandálicas”.
El ministro del Exterior también presentó el reclamo de Nicaragua de participar del desarrollo de la ciencia, junto con los otros pueblos que lo han sostenido con su “sangre y recursos”.
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