«Oriente Medio está al borde de la implosión», advirtió Badr Ahmed Mohamed Abdelatty, ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, al señalar la difícil situación de los civiles palestinos que son víctimas de «las acciones más atroces de Israel […] por un pecado que no han cometido». Expresó su agradecimiento al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por su compromiso de trabajar con los dirigentes regionals para «poner fin a esta guerra injusta contra Gaza». El Cairo ha buscado un alto el fuego sostenible en colaboración con Qatar y Estados Unidos desde el inicio de la guerra, afirmó, y subrayó que «la entrada de ayuda humanitaria debe ser una prioridad».

Rechazó cualquier escenario de desplazamiento forzoso del pueblo palestino, lo que «sería un crimen de limpieza étnica». Egipto «no es ni será una puerta para liquidar la causa palestina», recalcó, y añadió: «Nunca seremos socios en una nueva Nakba». Elogió las «valientes decisiones» de reconocer la condición de Estado palestino y expresó su apoyo a la conferencia sobre la solución de dos Estados liderada por Arabia Saudí y Francia. Advirtió que «Israel no puede estar seguro cuando otros no lo están. La región no puede alcanzar la estabilidad sin un Estado palestino independiente». Con ese fin, Egipto, junto con Arabia Saudí, elaboró una visión conjunta para la seguridad y la cooperación en la región, que fue adoptada por la Liga de Estados Árabes.

En cuanto a las cuestiones regionales, afirmó que, como parte del Cuarteto internacional, Egipto trabaja para restablecer la estabilidad, la paz y la seguridad en el Sudán, sobre la base de la apropiación nacional sudanesa. En cuanto a Libia, pidió la celebración simultánea de elecciones presidenciales y parlamentarias y la retirada de ejércitos extranjeros. También condenó «las repetidas violaciones israelíes de la soberanía del Líbano y Siria». Sobre el mar Rojo, señaló que Egipto ha perdido «más de 9.000 millones de dólares de ingresos del Canal de Suez» debido a las interrupciones en la navegación. También subrayó la importancia de la seguridad en Somalia y anunció la intención de Egipto de contribuir a la misión de la Unión Africana en Somalia. Reafirmó su compromiso de proteger los intereses «existenciales» de Egipto en la cuenca del Nilo, al tiempo que destacó el papel humanitario de su país, que acoge a «más de 10 millones de refugiados» en un entorno que respeta su dignidad y sus derechos, «a pesar de las crecientes cargas que superan nuestra capacidad».