Abdoulaye Maïga, primer ministro de Malí y ministro de Administración Territorial y Descentralización, destacó la alianza entre su país, Burkina Faso y Níger. Han unido sus fuerzas con un espíritu panafricano para luchar contra las fuerzas imperialistas y los grupos armados que atacan los cimientos de sus Estados con un «pensamiento oscurantista» y con el apoyo de Estados extranjeros. Destacó el espíritu de colaboración entre los tres países de esta alianza del Sahel para derrotar el flagelo del terrorismo y «luchar contra nuestros enemigos comunes». «A diferencia de algunos Estados que abren corredores de paso seguro en sus territorios para los terroristas», esta alianza contribuye a la seguridad de sus países y evita que esta amenaza se extienda a otros países africanos tras la retirada de las fuerzas internacionales.

La guerra en Ucrania y el terrorismo en el Sahel están relacionados, afirmó, y añadió que el régimen ucraniano se ha convertido en uno de los principales proveedores de drones kamikaze a los terroristas. Pidió a los Estados occidentales que dejen de suministrar armas a ese país y afirmó que el régimen francés, «nostálgico de la era colonial», ha estado apoyando al régimen ucraniano. Malí ha solicitado una reunión del Consejo de Seguridad para poder aportar pruebas irrefutables del apoyo de Francia a las actividades terroristas, pero aún no ha sucedido. Los recursos del Sahel deben beneficiar a la población del Sahel, subrayó, y los Gobiernos de la alianza han puesto en marcha iniciativas de desarrollo autóctonas e inversiones estratégicas en infraestructura y diversificación agrícola.

En cuanto a los derechos humanos, dijo que los países de la alianza están comprometidos con el humanismo, pero se oponen firmemente a la instrumentalización de los derechos humanos para interferir en la soberanía nacional. Los tres Estados se retiraron recientemente del Estatuto de Roma y darán prioridad a los «mecanismos de justicia regionales», dijo, y añadió que algunos socios internacionales tienen una moral flexible, dependiendo de sus intereses. Abogó por la reforma de las Naciones Unidas y recordó que África lleva más de 20 años exigiendo una mayor representación en el Consejo de Seguridad. La Organización debe ser capaz de garantizar el respeto del derecho internacional y pidió mecanismos sólidos para la aplicación de decisiones adoptadas en las conferencias internacionales.

Las preocupaciones de África en materia de desarrollo deben tomarse en serio: es el continente del futuro, pero sus recursos están siendo saqueados y se enfrenta a una pesada carga de deuda y al cambio climático. Debido al panafricanismo de su país y a su proximidad geográfica con Argelia, Malí siempre ha adoptado un enfoque constructivo con ese vecino. Sin embargo, esto no ha sido correspondido, dijo, condenando un reciente y cobarde ataque contra las fuerzas malienses. En cuanto a la destrucción de un dron maliense por parte de la junta argelina con el pretexto de que violaba el espacio aéreo de Argelia, dijo que esta acusación desafía las leyes de la física, ya que el dron fue encontrado en el territorio de su país. Malí responderá a cada ataque, a cada insulto, afirmó.