Declaración
Resumen
Joseph Aoun, presidente del Líbano, dijo: «Hoy me presento ante ustedes para hablar de paz, desarrollo y derechos humanos, mientras algunos de mis conciudadanos se enfrentan a la muerte a diario, partes de mi país siguen bajo ocupación y mi patria y mi pueblo viven en una incertidumbre persistente». El recorrido de su país y las lecciones aprendidas en su región demuestran que no puede haber desarrollo sin paz, ni crecimiento en medio del caos, ni prosperidad en medio de los conflictos, afirmó. Pero tampoco puede haber paz sin justicia, añadió, señalando que los derechos humanos son un componente esencial de la paz.
En medio del choque global por las identidades religiosas, «el Líbano destaca como una nación en la que cristianos y musulmanes conviven bajo una constitución que garantiza una representación equitativa a ambas comunidades», afirmó. Citando al difunto papa Juan Pablo II, quien observó que «el Líbano es más que un país, es un mensaje de libertad y pluralidad para Oriente y Occidente», dijo que, en una región donde las personas matan y mueren por sus creencias religiosas, su país destaca como un modelo único e insustituible, «un modelo que me permitió, como árabe libanés, servir como el único jefe de Estado cristiano desde el este de Asia hasta las costas de Europa».
Existe la obligación humana de preservar el Líbano «porque si este modelo de coexistencia cae, ¿en qué otro lugar del mundo podremos replicar esta experiencia?», se preguntó. Muchas de las causas de la guerra contra el Líbano tienen como objetivo desmantelar su modelo único y perpetuar la idea de un Oriente sumido en perpetuas rivalidades étnicas. Por lo tanto, la comunidad internacional debe adoptar una postura firme para liberar todo el territorio de su país y garantizar la soberanía exclusiva de su Estado. A este respecto, recordó la declaración del 27 de noviembre de 2024, adoptada con el apoyo de los Estados Unidos, Francia y las Naciones Unidas, que defiende la voluntad del pueblo libanés.
También destacó el carácter excepcional de la diáspora libanesa, cuyos miembros visitan su país cada año en una cantidad equivalente a un tercio de los residentes del país. En cuanto al programa de recuperación financiera y económica de su país, señaló los esfuerzos realizados para reestructurar el sector bancario, modernizar la administración y luchar contra la corrupción. Se han puesto en marcha reformas legislativas e institucionales para reforzar la independencia de los organismos reguladores y del poder judicial. El país se ha comprometido a invertir en una educación de calidad, especialmente en la economía del conocimiento.
Al mismo tiempo, el Líbano soporta numerosas cargas, como la persistente inestabilidad en su frontera sur. Pidiendo «el cese inmediato de la agresión israelí, la retirada total de las fuerzas de ocupación de todo el territorio libanés y la liberación de nuestros rehenes, a quienes no olvidaremos ni dejaremos atrás», pidió la aplicación integral de la resolución 1701 (2006) del Consejo de Seguridad. Esto se logrará con la ayuda de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL), que trabaja en coordinación con el ejército libanés. Tras destacar también la «obligación moral, humana y política» de poner fin de inmediato a la devastación en Gaza, subrayó la necesidad de reactivar una nueva vía política, basada en el principio de la solución de dos Estados.
Tras destacar la importancia del retorno digno y seguro de los ciudadanos sirios a su país, así como el restablecimiento de las relaciones especiales entre el Líbano y Siria, afirmó que las Naciones Unidas y las autoridades sirias deben abordar esta «situación de desplazamiento sin precedentes». Mediante negociaciones directas y con el apoyo de Arabia Saudita, el Líbano pretende alcanzar acuerdos globales con Siria sobre una serie de cuestiones.
Destacando la importancia de reconstruir su país tras la agresión israelí, afirmó que es necesario reconstruir las infraestructuras de las ciudades fronterizas libanesas y reconstruir las casas y pueblos arrasados. «El Líbano no busca privilegios ni favores especiales», afirmó, y pidió a la comunidad internacional que actúe con responsabilidad y equidad. «Por el bien de la paz en nuestra región y por el bien de la humanidad», la comunidad internacional debe apoyar a su país.
«No abandonen al Líbano», apeló.
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Lea también la noticia de la ONU en hindi sobre la declaración hecha por el Presidente de Líbano el Debate General.
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