Kyriakos Mitsotakis, primer ministro de Grecia, afirmó que está surgiendo un nuevo orden mundial, con intentos de revivir las ambiciones imperiales de siglos anteriores y algunos líderes atrapados en el pasado, persiguiendo ilusiones de glorias pasadas. Su país destina más del 3 % de su PIB a la y está dispuesto a más: «Con el retorno de la guerra a nuestro continente, simplemente no hay otra opción», afirmó. En referencia al 7 de octubre de 2023, señaló que Grecia ha defendido el derecho de Israel a defenderse de una organización terrorista que niega el derecho de Israel a existir, pero añadió que ningún ejército puede justificar la muerte de miles de niños y el sufrimiento humano del pueblo palestino. «La continuación de esta línea de actuación acabará perjudicando los propios intereses de Israel, lo que provocará una erosión del apoyo internacional», subrayó.

La guerra en Ucrania no es otro conflicto regional europeo, prosiguió. «Es una lucha por la libertad, por la democracia y por la dignidad misma; es, sobre todo, una defensa del orden mundial basado en normas», afirmó, comprometiéndose a seguir apoyando al pueblo ucraniano, que tiene derecho a vivir en paz y seguridad y a determinar libremente su futuro. No puede haber una fórmula de paz sin Ucrania en la mesa, y no puede aceptarse, bajo ninguna circunstancia, el rediseño de las fronteras por la fuerza. El mundo tampoco debe olvidar al pueblo de Sudán. «Les debemos nada menos que la paz y la oportunidad de un futuro basado en la esperanza, no en la desesperación», subrayó.

Si bien Grecia busca la coexistencia pacífica con Türkiye, afirmó que la calma de los últimos dos años no debe ser efímera. Dado que la única cuestión importante pendiente entre ambos países es la delimitación de la plataforma continental y la zona económica exclusiva, «Türkiye debe eliminar la amenaza de guerra contra Grecia que aún se cierne como una nube oscura sobre nuestras relaciones», afirmó. «Durante 51 años, Chipre ha soportado las consecuencias de la invasión ilegal y la ocupación militar continuada de Türkiye», prosiguió, expresando su compromiso con la soberanía de Chipre, su integridad territorial y la solución de un Estado basado en una federación bizonal y bicomunitaria.

En cuanto a otros vecinos, afirmó que el pueblo libio debe ser libre de determinar su futuro sin injerencias extranjeras y que el futuro de Siria debe construirse sobre la tolerancia, el diálogo y la plena representación política de todas las comunidades religiosas y étnicas. El futuro de los Balcanes Occidentales está en la Unión Europea, afirmó, y añadió que los fantasmas del nacionalismo balcánico han acechado la región durante siglos y no se debe permitir que resurjan. En cuanto a la inteligencia artificial, subrayó que, en manos equivocadas y sin salvaguardas, puede llegar a ser extremadamente peligrosa. Las grandes plataformas ya no pueden lucrarse a costa de la salud mental de los niños, insistió.