Declaración
Resumen
«No estamos bien», afirmó el presidente, señalando que la amenaza de una tercera guerra mundial es muy real. La posibilidad de que las fuerzas del capitalismo hagan un uso indebido de la inteligencia artificial, agraven el cambio climático y destruyan el planeta es algo que no se puede descartar. También expresó su preocupación por la creciente militarización y afirmó: «Las guerras no son las mismas que las que tuvimos hace 80 años. Las guerras ahora son multidimensionales» y abarcan la guerra económica, financiera, informativa, biológica y cibernética. También planteó la posibilidad de «guerras climáticas» que pondrían en peligro recursos estratégicos como el agua o la seguridad alimentaria, y afirmó: «La causa de [todo esto] es el dominio salvaje del sistema capitalista» que antepone la codicia de unos pocos a los derechos y la vida de la mayoría.
Expresando su preocupación por el afán hegemónico de la nueva administración Trump, destacó la reciente publicación de la política de defensa estratégica de ese Gobierno. «Esto no es más que una nueva forma de aplicar el monroísmo», dijo, añadiendo que, según esa doctrina, «América es de los norteamericanos». Tras destacar que América Latina y el Caribe es una zona de paz, condenó las acciones de Estados Unidos en esa región, desde la introducción ilegal de cocaína a través de bandas ilegales pertenecientes a cárteles de la droga hasta sus intervenciones en Venezuela, cuyos ricos recursos petroleros los Estados del norte intentan controlar. Rechazó también las medidas coercitivas unilaterales contra Cuba, expresó su alarma por el genocidio del pueblo palestino y los ataques contra Irán y Yemen, así como por la inminente esfera de muerte en otros conflictos en todo el mundo.
La comunidad internacional debe crear una comisión para garantizar las reparaciones derivadas de la esclavitud, el apartheid, el genocidio y el colonialismo, afirmó. Dicha comisión debería establecer mecanismos eficaces para facilitar los derechos sobre la tierra y la recuperación del medio ambiente. También deberíamos indemnizar «a los pueblos que resisten la ocupación militar en sus territorios y los que padecen de bloqueos económicos y sanciones unilaterales», afirmó.
Es fundamental convertir la Asamblea General en un órgano con poder vinculante para que pueda ser una voz eficaz para todos los pueblos. Subrayó también la urgente necesidad de reformar el Consejo de Seguridad y afirmó que democratizar ese órgano significa reconocer la igualdad jurídica de todos los Estados. Asimismo, reclamó la urgente necesidad de reforzar la conservación de la Amazonía y consideró debería hacerse respetando la plena soberanía de los países amazónicos sobre este bioma estratégico. «Defender la Amazonía significa defender la vida», afirmó.
El presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, alertó ante la Asamblea General de la ONU que el mundo enfrenta una nueva etapa de "neocolonialismo" impulsada por la administración Trump, que busca recolonizar América Latina bajo el pretexto de la lucha antidrogas.
Su discurso combinó la denuncia del capitalismo como causa estructural de las crisis con llamados concretos a la acción, posicionando a Bolivia como voz radical del Sur Global en un contexto de creciente tensión internacional.
Arce afirmó que la movilización de la Quinta Flota estadounidense en la región responde a dos objetivos: intervenir Venezuela para controlar sus recursos petroleros y reconquistar el control geopolítico ante el avance del mundo multipolar.
"El imperialismo dice que interviene para luchar contra el tráfico de drogas, lo cual es una falacia", sostuvo.
Seis propuestas para transformar la ONU
Frente a este escenario, el mandatario boliviano presentó seis propuestas concretas:
-la creación de una Comisión de Reparaciones por esclavitud, apartheid y colonialismo financiada con fondos destinados a armamento
-la conversión de la Asamblea General en un órgano vinculante sin derecho a veto y
su declaración mundial como territorio de paz.
-una reforma profunda del Consejo de Seguridad para democratizarlo
-avanzar hacia la declaración universal de los Derechos de la Madre Tierra
-rechazar todo tipo de guerra comercial
Crisis global y advertencias regionales
Arce pintó un panorama sombrío a 80 años de la ONU: "El mundo está más dividido que hace ocho décadas, con mayor inequidad y riesgo inminente de una Tercera Guerra Mundial".
Denunció el genocidio en Palestina "con apoyo incondicional de EE.UU.", los ataques preventivos contra Irán y Yemen, y la expansión de la OTAN en Euroasia. Para América Latina, alertó sobre el resurgimiento de la Doctrina Monroe bajo nueva forma, con repliegue de tropas estadounidenses hacia el continente para consolidar su influencia.
Vigilancia ante la inacción internacional
El presidente boliviano cerró su intervención advirtiendo que su país estará "vigilante ante los cambios que deben darse en la ONU", tras garantizar "un tránsito democrático como no se vio en 28 años".
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