Mohamed Younis A Menfi, presidente del Consejo Presidencial de Libia, describió a las Naciones Unidas como un faro del multilateralismo a lo largo de la historia de la humanidad. «Libia no es una zona de combate, no es un escenario para ajustar cuentas ni un lugar al que se pueden exportar crisis», afirmó. «Es una nación rica en recursos naturales, una sociedad cohesionada», con sus jóvenes, que son «la columna vertebral para construir un Estado moderno», subrayó, y elogió a las Naciones Unidas por el apoyo prestado a Libia para superar la crisis y avanzar hacia la estabilidad y la democracia.

«En Libia se agotaron múltiples modelos y mecanismos tradicionales y eso tuvo repercusiones sobre la confianza en el pueblo libio. Dijo que se debían evitar soluciones temporales que perpetúan la crisis, y subrayó que «cualquier solución que no restablezca la apropiación nacional de la vía política y no se derive de la libre voluntad del pueblo libio estará destinada al fracaso».

A continuación, presentó su visión política. Se basa en cuatro pilares: el pleno restablecimiento de la soberanía nacional y el rechazo de toda forma de injerencia extranjera; el logro de un consenso nacional inclusivo mediante un diálogo sincero y exhaustivo celebrado en Libia sin exclusiones; la unión de las instituciones soberanas, en particular las instituciones de seguridad, defensa y economía, de acuerdo con mecanismos profesionales sin polarización ni cuotas; y dar por concluido el período de transición sobre una base constitucional clara, mediante elecciones libres y transparentes. La soberanía territorial y la cohesión social de Libia no son negociables.

Afirmó el compromiso de Libia de aplicar el acuerdo de alto el fuego de octubre de 2020 y estableció el Comité de Arreglos de Seguridad en Trípoli bajo supervisión directa. Dado que la migración irregular no es solo una cuestión de seguridad, sino un desafío humanitario con profundas raíces económicas, e instó a la comunidad internacional a adoptar un enfoque de desarrollo integral basado en el apoyo a las infraestructuras y la creación de empleo en los países de origen, en colaboración con la Unión Africana. También condenó a los países que se esconden tras una neutralidad inmoral ante el sufrimiento del pueblo palestino, especialmente en Gaza.