Declaración
Resumen
Dina Ercilia Boluarte Zegarra, presidenta de Perú, subrayó que el totalitarismo se renueva y muestra con otros rostros, y por eso sigue siendo una grave amenaza mundial. Este «cínico relato» se ve reforzado por el intervencionismo en los asuntos internos de los países, «apoyando y difundiendo falsedades para destruir la democracia y eliminar la libertad». Todas las ideologías de odio —de clase, raciales, religiosas, nacionalistas, étnicas y de género, entre otras— son causas de los peores crímenes de la historia de la humanidad. «Las ideologías de odio construyen relatos como verdades absolutas que instrumentalizan a las personas y a los pueblos». Perú rechaza las dos principales narrativas de odio en el mundo —el odio de clase y el odio religioso— que son las causas fundamentales de las guerras y la violencia inhumana. Afirmó que la ONU ha sido un hito histórico del siglo XX, pero que en este siglo «debemos estar más atentos» y cumplir con el deber de evitar que el mundo se precipite hacia nuevos genocidios y violencia.
Destacando los desafíos globales como las invasiones, las guerras, las redes criminales internacionales, el tráfico de drogas, la minería ilegal y la esclavitud, afirmó que estos son tiempos que «nos recuerdan los episodios más oscuros de nuestra historia moderna». Su país «está convencido de que el mundo no necesita menos ONU, sino más y mejor ONU», una ONU en sintonía con los tiempos en los que las ideologías de odio que siguen causando tanto daño a la humanidad «se han refugiado en las informaciones falsas y en la penetración de las sociedades democráticas». Como miembro fundador, Perú está comprometido con un sistema multilateral abierto basado en el derecho internacional y los principios de la Carta. Instó a los Estados Miembros a cumplir con su deber de ayudar a encontrar soluciones a los problemas comunes, como se esfuerza por hacer su país. La interconexión entre las sociedades y las economías significa que las crisis solo pueden resolverse mediante la cooperación internacional.
Las reformas deben restaurar la representatividad y la eficacia de la ONU, continuó. De lo contrario, la comunidad internacional corre el riesgo de perder uno de sus instrumentos más preciados para la estabilidad mundial. Perú apoya la Iniciativa ONU80 y hace hincapié en la necesidad de reorientar la Organización hacia sus funciones fundamentales, acercándola a las necesidades de las personas y haciéndola más eficiente. La iniciativa debe fortalecer el multilateralismo y permitir que las Naciones Unidas estén mejor preparadas para alcanzar sus objetivos esenciales. Para que estas reformas den fruto, deben complementarse con una transformación de la gobernanza de las Naciones Unidas. Afirmó que su administración, en el ámbito nacional, trabaja para fortalecer la seguridad y mejorar el capital humano, así como para mejorar la salud y la educación, modernizar la infraestructura, detener la corrupción y garantizar elecciones libres e imparciales. Perú se enfrenta a ataques contra sus instituciones democráticas y el estado de derecho, incluidos los del crimen organizado transnacional que destruye el tejido social. También afronta la amenaza del cambio climático, que está destruyendo su selva amazónica.
Sin embargo, añadió que estos problemas son globales, no solo nacionales. «Por ello, necesitamos que las Naciones Unidas vuelva a ser un ágora del diálogo y la cooperación». Cree además que quien ocupe la próxima Secretaría General debería ser de Latinoamérica, dado el compromiso de la región con la Carta y para una mejor representación de la región. La Asamblea General debe reflejar una reafirmación del compromiso de los Estados miembros con la acción colectiva que revitalice a las Naciones Unidas como herramienta para la paz, la unidad global y el desarrollo. Instó a las naciones a «ser firmes en la verdad frente a los relatos que la escamotean» pervertirla o mentir abiertamente para ocultar agendas que no se corresponden con los tiempos. «Por ello, es imperativo fortalecer la verdad frente a los relatos basados en el odio, la mentira repetida que busca imponerse y que solo engendra destrucción», concluyó.
Según la mandataria peruana, el mundo no necesita menos ONU, sino más y mejor ONU: una que pueda enfrentar los tiempos en los que las ideologías de odio se refugian en la mentira y en las informaciones falsas.
"El Perú, como miembro fundador, está comprometido con un sistema multilateral abierto", añadió Boluarte Zegarra.
Perú rechaza las ideologías de odio
La presidenta de Perú denunció las ideologías de odio, que construyen relatos "como verdades absolutas que instrumentalizan a las personas y a los pueblos".
"La Constitución política de mi patria afirma que la defensa de la persona humana y su dignidad es el fin supremo de la sociedad y del Estado. El Perú rechaza, en consecuencia, los dos principales relatos de odio en el mundo: el odio de clases y el odio religioso, origen de guerras y violencia humana", afirmó Dina Ercilia Boluarte Zegarra.
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