Declaración
Resumen
«Madagascar, al igual que muchos países africanos, cuenta con recursos naturales ricos y abundantes; sin embargo, nuestro desarrollo ha sido lento durante demasiado tiempo», afirmó. En los últimos cinco años, su Gobierno ha tomado medidas decisivas para transformar el país, construyendo infraestructuras y parques semiindustriales, luchando contra la pobreza y apoyando la mecanización de la agricultura. También está acelerando la transición energética para alcanzar el 70 % de producción de energía verde en 2028. «Para ello, aprovecharemos nuestra enorme capacidad solar, eólica e hidroeléctrica», afirmó. También llamó la atención sobre la construcción de la primera autopista del país, la modernización del transporte y la construcción de miles de viviendas, y afirmó: «De este a oeste, de norte a sur, Madagascar se está transformando».
Tras señalar que también es presidente de la SADC, que agrupa a 16 países del sur de África, afirmó que 14 de ellos se benefician de la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África, una iniciativa de los Estados Unidos que ofrece a los países africanos un acceso preferencial al mercado de ese país, promoviendo las exportaciones libres de aranceles e impulsando el comercio. Solo para la región de la SADC, esto representa 358 000 puestos de trabajo directos, el 60 % en el sector textil y el resto en diversas industrias. «La no renovación de [ese programa] tendrá graves consecuencias sociales», advirtió, añadiendo que pone en peligro el empleo de miles de jóvenes. Los países de la SADC exportan más de 11 000 millones de dólares anuales a los Estados Unidos. Al solicitar la prórroga de la ley, hizo un llamamiento a los socios estadounidenses: «Elijamos juntos la estabilidad, la esperanza y la dignidad».
También anunció que su país proporcionará varios miles de metros cuadrados de espacio de oficinas para albergar un centro que amplíe la presencia de las Naciones Unidas en su territorio. Tras señalar las diversas amenazas a las que se enfrenta Madagascar, afirmó que el crecimiento demográfico actual no es proporcional al crecimiento económico. En algunas regiones, las niñas menores de 18 años ya son madres, y la mayoría de las mujeres tienen una media de entre cinco y ocho hijos a su cargo. Por lo tanto, su Gobierno también ha reforzado el programa de planificación familiar.
Madagascar es un «santuario de la naturaleza», afirmó, y añadió que se enfrenta a la deforestación y a los riesgos climáticos. Los ciclones son cada vez más frecuentes y devastadores, mientras que las inundaciones destruyen los campos y amenazan las cosechas y los ingresos de los agricultores. Destacando la importancia de la justicia climática, dijo que los países contaminantes deben asumir su responsabilidad y que se debe cumplir la financiación prometida para la adaptación. Destacando el programa de reforestación masiva del país y la plantación de millones de árboles cada año, dijo que Madagascar se ha unido a la coalición «G-Zero» de países neutros en carbono. «Nuestra ambición es restaurar nuestros bosques y desarrollar la economía verde y azul», afirmó.
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