Benjamin Netanyahu, primer ministro del Estado de Israel, dijo, mientras sostenía un cartel titulado «La maldición», que era una muestra de «la maldición del eje del terror de Irán». «Este eje amenazó la paz del mundo entero, la estabilidad de nuestra región y la propia existencia de mi país, Israel», subrayó. Irán estaba desarrollando programas masivos de armas nucleares y misiles balísticos, dijo, destinados no solo a destruir Israel, sino también a amenazar a los Estados Unidos y «chantajear a países de todo el mundo». Al describir los ataques de las fuerzas iraníes contra Israel lanzados desde Gaza el 7 de octubre de 2023, y los que siguieron desde el Líbano, Siria y Yemen, dijo que durante el último año su país «ha atacado a los hutíes [...], eliminado la máquina del terror de Hamás, hemos mutilado a Hezbolá [...]. Destruimos el armamento de Assad en Siria y disuadimos a las milicias chiitas de Irán en Iraq». Lo más importante, dijo, es que Israel ha destruido el programa de armas nucleares y balísticas de Irán.

Recordando «la guerra de 12 días de Israel en Irán», agradeció al «presidente [Donald J.] Trump su acción audaz y decisiva» con Israel para cumplir la promesa de impedir que Irán desarrollara armas nucleares. «Eliminamos una amenaza existencial para Israel y una amenaza mortal para el mundo civilizado», declaró. «No debemos permitir que Irán reconstruya su capacidad nuclear militar», afirmó, y añadió: «Mañana deben restablecerse las sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra Irán». Sin embargo, los últimos miembros de Hamás permanecen en la ciudad de Gaza y prometen repetir las atrocidades del 7 de octubre de 2023. Lamentó que «gran parte del mundo ya no recuerde el 7 de octubre [de 2023]», y nombró a los 20 rehenes israelíes que siguen vivos en Gaza. Dirigiéndose a ellos, dijo: «No os hemos olvidado. El pueblo de Israel está con vosotros. No descansaremos, no cejaremos en nuestro empeño hasta que os traigamos a todos a casa».

Tras señalar que «sus palabras también se están retransmitiendo en directo a los teléfonos móviles de los habitantes de Gaza», se dirigió a los líderes de Hamás y anunció: «Depongan las armas. Dejen marchar a mi pueblo. Liberen a los rehenes, a todos, a los 48. ¡Liberen a los rehenes ahora!». Advirtió: «Si lo hacéis, viviréis. Si no, Israel os encontrará». Subrayó que «si Hamás acepta lo que exigimos, la guerra puede terminar ahora mismo». Gaza sería desmilitarizada, Israel mantendría el control de seguridad y se establecería una autoridad civil pacífica formada por gazatíes y otras personas comprometidas con la paz con Israel.

Subrayó: «nuestros enemigos son sus enemigos», y expresó su agradecimiento a la administración del presidente Trump, que está «luchando enérgicamente contra el flagelo del antisemitismo». Sin embargo, otros «recompensan a los peores antisemitas de la Tierra», dijo, recordando que esta semana los líderes de Francia, Reino Unido, Australia, Canadá y otros reconocieron incondicionalmente al Estado palestino. La paz es posible entre Israel y los países de la región, dijo, y alentó a estos últimos a cooperar con Israel, lo que les reportaría beneficios en los ámbitos de la medicina, la ciencia, la defensa, entre otros. «En los próximos años, Oriente Medio tendrá un aspecto radicalmente diferente», afirmó, y expresó su esperanza de que los «valientes pacificadores» sustituyan hoy a quienes libraron la guerra en Israel y que para entonces habrán desaparecido.