El representante de Benin afirmó que el período de sesiones de este año se ve empañado por múltiples crisis políticas y humanitarias, un aumento de la desigualdad y una erosión de la confianza en las instituciones multilaterales. «Estos retos, que se presentan a escala mundial, ponen a prueba nuestra capacidad colectiva para preservar la paz, promover la prosperidad compartida y proteger la dignidad humana», afirmó. A medida que surge un nuevo orden geopolítico, Benin considera que considera que su papel es el de actor de estabilidad y cooperación, con una política exterior basada en el respeto del derecho internacional y en la resolución pacífica de las controversias. «La diplomacia preventiva debe recuperar el lugar que le corresponde en la resolución de conflictos», afirmó. Benin reafirma su apoyo a la solución de dos Estados como única opción viable para una solución definitiva del conflicto israelí-palestino, de conformidad con las resoluciones del Consejo.

Describió las amenazas del terrorismo y la delincuencia transfronteriza, y subrayó que Benin afronta con determinación los ataques en la región septentrional, entre otras cosas mediante el refuerzo de la seguridad fronteriza y la asistencia a los desplazados internos y a los refugiados. «El terrorismo es una amenaza transnacional y los esfuerzos nacionales por sí solos son insuficientes», afirmó. «La paz solo puede preservarse si se sustenta en la justicia». Tras señalar que los Objetivos mundiales siguen sin cumplirse, afirmó que Benin ha emprendido grandes reformas e invertido para transformar su economía. En la actualidad, más del 60 % de las 49 metas están e invertido para transformar su economía de cumplirse. Asimismo, hizo un llamamiento a la renovación de la acción multilateral para aplicar el Pacto de Sevilla, adoptado en la Cuarta Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo.