Al recordar que su país fue uno de los 51 Estados fundadores que firmaron la Carta de las Naciones Unidas hace 80 años, se preguntó: «¿Cuántos tendrían el valor de firmar la misma Carta hoy en día?». Como país pequeño, Eslovaquia cree que los países pequeños deben ser astutos, y no solo en tiempos de confrontación.  Tanto en el Norte como en el Sur Global, a la mayoría le interesa defender la igualdad soberana de las naciones. El mundo se está convirtiendo en un lugar más peligroso, y el Consejo de Seguridad, «al que hemos confiado el mayor poder y la responsabilidad especial de mantener la paz, no puede pretender que lo está consiguiendo. Está fracasando», subrayó.

Como país vecino de Ucrania, Eslovaquia es testigo del inmenso coste de la guerra en ese país, afirmó. A pesar de las conversaciones diplomáticas preliminares y del consenso claro de que las negociaciones continuarán pronto, Ucrania debe defenderse de la Federación de Rusia. «La puerta abierta a las negociaciones nunca debe confundirse con debilidad o con una invitación a más violencia», afirmó. Tras reafirmar el derecho de Israel a defenderse, señaló que es fundamental no desdibujar la delgada línea que separa la defensa legítima del sufrimiento humano inaceptable. «En Bratislava ya tenemos la Embajada de Palestina», afirmó, y reafirmó la importancia de lograr la solución de dos Estados por medios diplomáticos.

La triple crisis planetaria y la inteligencia artificial avanzan mucho más rápido de lo que la comunidad internacional es capaz de reaccionar. Subrayó la importancia de un enfoque responsable que involucre a las instituciones internacionales, el sector privado y los gobiernos, y expresó el compromiso de su país de encontrar soluciones y dirigir el debate de forma colaborativa. En este sentido, Eslovaquia organizará una cumbre sobre educación e inteligencia artificial en Bratislava el próximo mes.

Aunque la credibilidad de las Naciones Unidas se ha ido erosionando, hay que resaltar que durante las últimas ocho décadas ha proporcionado un espacio para que los países se expresen en pie de igualdad. «Los enemigos pueden encontrarse aquí cara a cara», señaló. «El G7, el G20, los BRICS [Brasil, Federación de Rusia, India y China] y las organizaciones regionales con sus particulares objetivos nunca podrán sustituir plenamente» a las Naciones Unidas. Subrayó el carácter urgente de la reforma de las Naciones Unidas, especialmente del Consejo de Seguridad, y afirmó: «Ya no podemos seguir ocultando los problemas bajo la alfombra o pasando la pelota a otros». Tras señalar que su país es candidato a un puesto no permanente en el Consejo, afirmó que Eslovaquia, «una nación pacífica de Europa Central con el multilateralismo profundamente arraigado en su ADN», siempre apoyará un mundo basado en normas.