Sadyr Zhaparov, presidente de Kirguistán, afirmó que hablaba desde la tribuna no solo como jefe de Estado, sino como ciudadano común de su país, expresando su verdadera opinión y sus pensamientos sobre los acontecimientos internacionales. «He decidido hablar abierta y directamente sobre los problemas que perturban los corazones de millones de personas», afirmó.  En todo el mundo están estallando nuevos conflictos armados y guerras, y millones de personas están perdiendo sus hogares y se ven obligadas a abandonar sus tierras natales. «¿Quiénes son los que más sufren? En primer lugar, la gente común», dijo, y añadió que la comunidad internacional aplica un doble rasero al priorizar los conflictos según «esto es más importante y aquello es menos importante», ya que tiene en cuenta sus intereses geopolíticos egoístas.  Kirguistán está sufriendo las consecuencias del conflicto entre Rusia y Ucrania, ya que las sanciones unilaterales afectan negativamente a un país que trabaja para fortalecer su economía de forma independiente.

Afirmó que considera que las sanciones injustificadas son una injerencia en los asuntos internos del país y una presión que obstaculiza el desarrollo de su economía emergente.  Las sanciones impuestas a Kirguistán se basan en información falsa difundida por ciertas organizaciones no gubernamentales y personas deshonestas. Su Gobierno está dispuesto a aceptar auditorías internacionales independientes para comprobar minuciosamente las actividades de los bancos kirguisos. En 2024, el Reino Unido, que impuso sanciones a dos bancos kirguisos, realizó intercambios comerciales por valor de 2200 millones de dólares con la Federación de Rusia.  «Nos exigen que no cooperemos con Rusia, pero ustedes mismos están desarrollando activamente relaciones comerciales y económicas con ella», afirmó. «Tenemos relaciones económicas mucho más profundas con Rusia que ustedes. Por lo tanto, en términos económicos, no podemos negarnos a cooperar con Rusia». Su principal deber como presidente es garantizar la seguridad de los ciudadanos del país y mejorar su situación económica. «Nos oponemos a la politización de la cooperación económica y el comercio».

Destacando la necesidad de reforzar la labor de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, afirmó que Kirguistán ha demostrado su sincero deseo de fortalecer la paz y la seguridad mundiales enviando a sus fuerzas de mantenimiento de la paz a misiones de las Naciones Unidas.  «La contribución de un Estado no debe determinarse por su tamaño, sino por la profundidad de su compromiso y su sincero deseo de paz y solidaridad», afirmó, y añadió que su Gobierno apoya el fortalecimiento de los tratados internacionales, incluido el Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares. «¡Debemos educar a las generaciones jóvenes para que perciban un mundo sin armas nucleares!».  El Día Internacional para la Concienciación sobre el Desarme y la No Proliferación, iniciado por Kirguistán y respaldado por los Estados miembros de las Naciones Unidas, es una plataforma excelente para poner en práctica este concepto. Kirguistán es uno de los impulsores y depositarios del Tratado sobre una zona libre de armas nucleares en Asia Central y este año ha decidido firmar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.

En cuanto al multilateralismo, dijo que la Organización «nació de los horrores de la guerra, pero sigue viva gracias a la fe en la cooperación, el diálogo y el respeto». Preservar el sistema multilateral como escudo contra la anarquía y las decisiones unilaterales es más importante que nunca, y la Organización necesita cambiar para responder a los retos y amenazas contemporáneos.  «También es hora de mejorar y reformar la labor del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas», dijo, ya que sus 15 miembros deciden el destino de todos los Estados. Sin embargo, más de 60 Estados Miembros, entre ellos Kirguistán, nunca han sido elegidos para formar parte del Consejo, mientras que algunos países han sido elegidos cinco o seis veces.  Para llamar la atención sobre los problemas de los Estados pequeños, Kirguistán ha presentado su candidatura para ser miembro no permanente del Consejo durante el período 2027-2028. «Todos los Estados deberían tener la oportunidad de convertirse en miembros del Consejo de Seguridad y contribuir al mantenimiento de la paz y la seguridad en el mundo», afirmó, y pidió el apoyo de los Estados Miembros.