Philip Edward Davis, primer ministro y ministro de Finanzas de las Bahamas, afirmó que las Naciones Unidas, aunque no son perfectas, son la mejor herramienta multilateral que existe. «El defecto no está en el martillo, sino en la mano que lo deja caer», añadió.  Demostrando su compromiso con la búsqueda de soluciones, las Bahamas se presentarán como candidatas a un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad para el período 2032-2033 con el fin de ser la voz de todos los Estados pequeños. Abordó la «agonía de Oriente Medio» y destacó que tanto el pueblo palestino como Israel tienen derecho a la seguridad, la soberanía y la paz. La solución de dos Estados sigue siendo la única vía hacia la justicia y la estabilidad.

«No podemos permitirnos el lujo de reiniciar una conversación esotérica sobre las causas del cambio climático», dijo sobre la amenaza «existencial» para su país.  Una tormenta tropical se dirige actualmente hacia su país y no puede confiar en la suerte.  Aunque debe adaptarse, el Estado insular tiene una población de 400 000 habitantes, con una economía de 12 000 millones de dólares, y no cuenta con los recursos necesarios.  Por el contrario, las Bahamas también tienen «el aire más limpio del mundo y emiten mucho menos del 1 % del carbono generado por la actividad humana», afirmó, y pidió que se tomaran medidas más enérgicas. «¿Es realmente demasiado pedir a los principales responsables que cambien su comportamiento para que el resto de nosotros tengamos más posibilidades de sobrevivir?», preguntó.

Condenó el embargo que se impone a Cuba desde hace décadas y declaró:  «Ha llegado el momento. Levanten el embargo». En cuanto a Haití, dijo que, aunque importante, la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) bajo el liderazgo de Kenia necesita apoyo para frenar la amenaza de «violencia y anarquía». El mundo debe actuar, dijo, y pidió una Oficina de Apoyo de las Naciones Unidas dedicada a Haití. «No podemos afirmar que somos fieles a la paz y, al mismo tiempo, ignorar a Haití», subrayó.

«Las lecciones de la historia son claras», dijo, advirtiendo contra el proteccionismo aislacionista «donde el poder es lo que da la razón y los recursos del planeta son saqueados por unos pocos». El aumento de las sanciones y las barreras comerciales colapsará la oferta, elevará el coste de la vida para todos y creará las mismas condiciones que alimentaron el auge del fascismo durante la Segunda Guerra Mundial. La seguridad y la prosperidad de todos en el mundo siguen estando interconectadas, señaló, y añadió que «aunque no estemos de acuerdo en las causas [...], nuestras tormentas y huracanes son vuestros incendios y