Declaración
Resumen
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El presidente de la República Dominicana recordó que hace dos años en este mismo foro alertó de que "la situación haitiana podría desbordar las fronteras de ese país, incidiendo como un factor de inseguridad en la región".
Hoy, esa advertencia es una realidad, dijo lamentando que no se le escuchara en aquella ocasión.
Luis Abinader expuso la causa del cierre de las fronteras dominicanas con Haití desde el 15 de septiembre pasado: la construcción de un canal al que se refirió como “ilegal” en territorio haitiano para extraer agua del río Dajabón o Masacre, en violación de los tratados fronterizos entre ambos países.
El jefe de Estado explicó que la mayor parte de ese río corre por territorio dominicano, con sólo dos kilómetros en Haití, justo en los que están haciendo el canal.
Se necesita la autorización urgente de una misión de seguridad para Haití respaldada por la ONU y con mandato del Consejo de Seguridad.
Abinader aseguró que la obra, responsabilidad de una élite que busca lucrar con la venta del agua, pondría en riesgo el acceso al agua de centenares de familias agricultoras de ambos países, y colocaría en riesgo de inundación a un parque industrial y a dos ciudades fronterizas. También tendría efectos ecológicos nocivos.
La debilidad del gobierno haitiano y sus instituciones no han permitido que detengan los trabajos, acusó, recalcando la crisis de orden público y seguridad en ese país.
“Sin lugar a duda, el problema de Haití ya no está en Haití, está en manos de la comunidad internacional”, aseveró Abidaner y se pronunció firmemente por la autorización urgente de una misión de seguridad para Haití, respaldada por la ONU y con mandato del Consejo de Seguridad, una propuesta que ha sido planteada ya por el Secretario General António Guterres y otros líderes mundiales.
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