Taneti Maamau, presidente de Kiribati, afirmó que la iniciativa ONU80 responde bien a las necesidades de los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados, cuyas necesidades específicas requieren la asistencia de las Naciones Unidas. Kiribati pide reformas encaminadas a reforzar la eficacia y garantizar la protección de los mandatos más importantes para las naciones vulnerables, como la acción climática. En este sentido, señaló que Kiribati ha puesto en marcha estrategias tradicionales y modernas para adaptarse al aumento del nivel del mar con el fin de proteger los medios de subsistencia y preservar la cultura. También instó a la comunidad internacional a tomar medidas para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC y apoyar a los países más vulnerables a través del Fondo de Pérdidas y Daños.

Al describir la reciente decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre el cambio climático como un «hito» que garantiza la existencia de Kiribati y otras naciones vulnerables, afirmó que demuestra lo que «el Pacífico Azul» puede lograr colectivamente y [...] garantizar la plena seguridad jurídica y la permanencia de nuestras zonas marítimas, independientemente de los efectos del cambio climático. El Índice de Vulnerabilidad Multidimensional es especialmente útil para Kiribati a la hora de determinar sus necesidades en ese contexto, añadió.

Destacó la importancia de los océanos para la identidad, la economía y la seguridad alimentaria de Kiribati, y pidió a la Asamblea que apoyara el Acuerdo relativo a la Diversidad Biológica Marina de las Zonas Situadas Fuera de la Jurisdicción Nacional. La pesca ilegal y no regulada causa pérdidas de hasta 600 millones de dólares a la isla, ingresos que podrían financiar la atención sanitaria infantil universal. Esta cuestión resolverse mediante una gobernanza oceánica multilateral sólida, en consonancia con los principios de las Naciones Unidas, afirmó, y añadió que su país también incrementará el precio del atún para aumentar los beneficios y preservar los recursos.

«Una financiación del desarrollo equitativa y predecible es vital para el futuro de Kiribati», declaró, y añadió que mejorar el acceso a la financiación en condiciones favorables y reducir la brecha digital son fundamentales para que los Estados alcancen los objetivos de desarrollo. El Programa de Acción de Doha para los países menos adelantados es importante a ese respecto. Reafirmando la necesidad del multilateralismo para hacer frente a los retos mundiales, dijo que al «apostar por la cooperación, la solidaridad y el compromiso multilateral, podemos configurar un futuro en el que todas las naciones, en particular las más vulnerables, puedan florecer y prosperar».