Nikos Christodoulides, presidente de Chipre, afirmó que el orden internacional se enfrenta a un desafío sin precedentes, ya que el mundo está experimentando cambios geopolíticos drásticos e impredecibles. «Nos enfrentamos al aumento del uso de la fuerza contra Estados soberanos, que se intensifica y se expande constantemente, amenazando la seguridad y la estabilidad regionales», señaló. Si bien las Naciones Unidas han servido a una causa noble, es necesario reconocer sus deficiencias y «admitir que nos hemos quedado atrás, que hemos fracasado en el camino, y estas admisiones deben impulsarnos a actuar».

Señaló la necesidad de que los Estados asuman su responsabilidad tanto colectiva como individual y afirmó: «Este es el momento de renovar nuestro compromiso colectivo y apoyar con firmeza y valentía el multilateralismo y el derecho internacional». Chipre asumirá, aún más, el papel de facilitador de la seguridad y la estabilidad en el Mediterráneo oriental y Oriente Medio, «decidido a transformar nuestra geografía en una región estratégica, en una bendición». Recordó, a este respecto, la puesta en marcha del corredor marítimo Amalthea para la entrega de asistencia humanitaria a la población civil en Gaza.Dado que Chipre asumirá la Presidencia del Consejo de la Unión Europea en enero de 2026, recordó: «El corazón de Europa latirá durante seis meses desde el último Estado miembro dividido de la Unión, bajo ocupación desde la invasión turca de 1974». 

La agresión de la Federación de Rusia contra Ucrania, que viola la Carta de las Naciones Unidas, debe servir como una llamada de atención, dijo, y pidió que se tomen medidas colectivas contra los agresores, independientemente de quiénes sean. «Cada vez que hacemos la vista gorda ante la violación de la integridad territorial y la soberanía de los Estados en cualquier parte del mundo, creamos espacio y oportunidades para el próximo agresor», subrayó, y concluyó que la invasión de Ucrania por parte de la Federación de Rusia en 2022 es equivalente a la invasión de Chipre por parte de Türkiye en 1974.

«El manual de los ocupantes es siempre el mismo», afirmó, recordando el discurso pronunciado por el presidente de Türkiye el día anterior. «El Sr. Erdogan predicó al mundo sobre la paz y la responsabilidad, y señaló con el dedo a otros por los crímenes que la propia Türkiye comete cada día». Instó al presidente de Türkiye a poner fin a la ocupación «mediante negociaciones para alcanzar un acuerdo integral que reunifique Chipre en una ción bicomunitaria y bizonal con plena igualdad política».